En los últimos meses llevamos esperando que se desarrolle la vacuna del coronavirus que acabe con todos los quebraderos de cabeza que están surgiendo a raíz de la pandemia, pero realmente sabemos cómo se hacen las vacunas, te lo explicamos.
Las vacunas se realizan a partir de los virus o bacterias que causan la enfermedad en cuestión, pero sin el agente biológico que realmente nos hace enfermar, es decir, mediante unos antígenos (sustancia o molécula que no es reconocida por nuestro organismo y que por consiguiente provoca una respuesta inmunitaria para eliminarla de nuestro cuerpo).
Existen diversas maneras en las cuales se puede conseguir este efecto, por ejemplo, el uso de vacunas vivas atenuadas, las cuales han sido seleccionadas después de haber sido cultivadas en distintos cultivos celulares y seleccionado la cepa menos virulenta. Mediante este método se han realizado las vacunas de la polio, paperas, sarampión y varicela. Otra manera de conseguir este efecto se realiza mediante la utilización de las cepas homologas de enfermedades que ocurren en otras especies que se saben que provocan un efecto menor pero que son capaces de conferir inmunidad ante su homologo humano. En este caso encontramos la vacuna de la viruela, que fue la primera vacuna que se utilizó.
Por otro lado, encontramos las vacunas obtenidas mediante técnicas recombinantes de atenuación. Que consisten en manipular el material genético de los microorganismos para introducirle mutaciones y así aumentar la estabilidad de la atenuación, de manera que su tasa de reversión sea muy baja o casi nula.
Luego también existen las vacunas no vivas; las cuales contienen los microorganismos completos a los cuales se les ha quitado su capacidad para multiplicarse en las células o en el individuo. Y a raíz de este concepto, también existen vacunas de componentes purificados de proteínas, péptidos y polisacáridos; como por ejemplo la vacuna que se está intentado realizar para combatir el coronavirus está basada en la proteína S del coronavirus.
Pues bien; una vez elegido el tipo de vacuna que se quiere realizar; el primer paso consiste en la generación a gran escala del antígeno que va a llevar nuestras vacunas; para ello generalmente se utilizan biorreactores.
Una vez generado el antígeno hau que aislarlo de las células utilizadas en el biorreactor para crearlos.
Y por último queda unir las partes que componen la vacuna, como son adyuvantes; los cuales incrementan la respuesta inmunológica del antígeno, estabilizadores que aumentan la vida útil de la vacuna; y preservativos que permiten conservar durante un cierto periodo de la vacuna abierta.
Y al fin, ya tenemos nuestra vacuna preparada, lista para pasar todas las pruebas de seguridad de la FDA!!
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