Todos hemos sufrido algún verano algo de insomnio por culpa del molesto sonido provocado por este grupo de animales. En el mundo hay más de 3000 especies de cigarras que cuando se convierten en adultos pueden producir sus famosas canciones provenientes de los árboles. Hoy nos centraremos en una especie australiana, Psaltoda claripennis, conocida como la cigarra Clanger.
La cigarra Clanger se encuentra en el este de Australia y es común en Brisbane y áreas cercanas, donde se puede ver fácilmente en las ramas de los árboles, a veces en grupos. Tienen el mimo aspecto que una cigarra común, y el tamaño de los machos unos 30 mm de longitud y las hembras son ligeramente más pequeñas, de unos 25 mm de largo.
No existe mucha más información sobre su historia natural. Esta especie era en realidad solo una más entre muchas especies de cigarras hasta hace algunos años cuando se hizo un descubrimiento interesante.
Las alas de la cigarra son hermosas estructuras y generalmente están muy limpias. De hecho, muchas especies de insectos encuentran formas de mantener sus alas limpias incluso en ambientes muy contaminados y una de las razones es que las alas de los insectos son extremadamente hidrófobas, es decir, repelen el agua al igual que muchas hojas de plantas. Como el agua tiene dificultades para tratar de adherirse a sus alas, los microorganismos asociados con el agua tampoco pueden llegar a las alas.
Pero las alas de la cigarra Clanger son más que solo hidrofóbicas. Los estudios han demostrado que cada célula de bacterias gramnegativas que toca la superficie del ala se deforma y muere. Sin embargo, no sucedió lo mismo con las bacterias grampositivas. A medida que avanzaban los estudios, las investigaciones comenzaron a comprender la disposición estructural de las alas. Su superficie está formada por pilares muy pequeños, de solo 30 nm de altura y distantes 170 nm entre sí. Cuando una bacteria gramnegativa cae sobre esos pilares, sus membranas blandas comienzan a deslizarse hacia el espacio entre ellas y se estiran lo suficiente como para romperse. La célula pobre termina como una masa deformada muerta. Las bacterias grampositivas tienen paredes celulares más rígidas y son resistentes al estiramiento, pero tratarlas con microondas disminuyó su rigidez y permitió que también fueran eliminadas.
La investigación adicional sobre esta estructura puede conducir al desarrollo de nuevos materiales que permanecen estériles incluso después de contactar un patógeno.
Una vez más, la diversidad de formas de vida nos dejó nuevas formas de mejorar nuestra sociedad. ¿Cuántas cosas más útiles se esconden en la naturaleza? Preservar los ecosistemas es lo mejor para cada habitante de este planeta.
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