Los alimentos que han sido modificados genéticamente son algo que a primera vista suenan poco atractivos, y más si eres alguien que intenta cuidar y valora la alimentación saludable y productos naturales. Pero, ¿por qué son tan controvertidos este tipo de alimentos? o ¿cómo de extendidos se encuentran en la sociedad? Te contamos todo lo que necesitas saber sobre este tipo de alimentos.
¿Qué son los alimentos modificados genéticamente?
Los organismos modificados genéticamente son organismos nuevos en la naturaleza, que han sido creados en un laboratorio. Este proceso implica la modificación del ADN de un organismo, ya sea eliminando genes específicos o agregando genes de otro organismo, para darle al organismo modificado un nuevo rasgo deseado (transgénico).
El primer alimento modificado genéticamente que se vendió en la unión europea fue el tomate Flavr Sarv un 5 de febrero de 1996, dos años después que en Estados Unidos. Este tomate fue desarrollado por Calgene (actualmente Monsanto), y el tomate fue modificado geneticamente para tener una vida útil más larga, mediante la agregación de un gen que retrasaba la maduración. Y pese a que detuvieron la producción de semillas en 1997, este hecho abrió la puerta a un gran mundo de posibilidades para los cultivos de transgénicos que podrían reducir el coste de producción de alimentos, agregarles un valor nutricional e incluso aumentar el rendimiento de los cultivos.
¿Por qué cultivar alimentos modificados genéticamente?
En principio, las plantas y animales modificados genéticamente pueden ofrecer beneficios nutricionales. La FAO (organización de las naciones unidas para la alimentación y agricultura); dice que los alimentos biofortificados, como el «arroz dorado» (enriquecido con vitamina A) podría ayudar a reducir las deficiencias nutricionales en los países en desarrollo. Aunque existe una vertiente que dice no estar tan seguro de esto, argumentando que existen opciones menos costosas; (el arroz dorado tuvo un coste de varias decenas de millones de euros) para abordar las deficiencias nutricionales y que están más aceptadas culturalmente.
Los cultivos genéticamente modificados en Europa se cultiva en una muy pequeña proporción, comparado con el resto del mundo, siendo España el país de Europa dónde mayor cantidad de hectareas se cultivan. Los cultivos transgénicos que más se cultivan son el maíz, el algodón y la soja, los cuales están diseñados para hacer que las plantas puedan resistir herbicidas específicos como Roundup de Monsanto, y también existen los transgénicos que están diseñados para incluir bacterias orgánicas que hacen que las plantas sean tóxicas a determinados insectos.
¿Pueden ser dañinos los alimentos modificados genéticamente?
La mayor parte de la controversia de los alimentos modificados genéticamente está enfocada en la salud. Por ejemplo en 2015, la agencia internacional para la investigación del cáncer de la OMS declaró que el glifosato (Roundup) era «probablemente» cancerígeno para el ser humano, además de creerse también que sea un disruptor endocrino.
Pero evitar su uso es bastante complicado. Por ejemplo en Estados Unidos más del 80% de los cultivos de soja y algodón son variedades transgénicas que pueden resistir la fumigación con herbicidas. Este sobreuso del herbicida ha dado lugar a la aparición de «supermalezas» que también pueden resistir la fumigación de herbicidas; obligando a utilizar mayores cantidades del mismo.
Además con los transgénicos nos encontramos otro punto de controversia en cuanto a la biodiversidad. A la hora de plantar un cultivo transgénico cerca de un cultivo nativo, el nativo corre el peligro de hibridarse con el transgénico. Por lo que la diversidad genética se reduce y conforme pasa el tiempo es más dificil de restaurar. Y por no olvidar que los fabricantes de semillas podrían demandar a los agricultores cuyos campos se han contaminado con sus semillas transgénicas patentadas. ¡Todo un negocio!
Entonces, alimentos modificados genéticamente, ¿si o no?
A favor de los alimentos modificados tenemos que los transgénicos podrían ser una oportunidad para poner fin al hambre el el mundo; por ambicioso que parezca. En el planeta cada vez existen más personas que viven en regiones donde dependen única y exclusivamente de unos pocos cultivos; que no son necesariamente ricos en nutrientes, y mediante la introducción de organismos modificados genéticamente se podría suplir esas deficiencias nutricionales. Además gracias a la resistencia a plagas e infecciones podrían aumentar los redimientos significativamente de sus cultivos.
Y en contra, a parte de los problemas que los cultivadores podrían tener con distintas empresas de modificación genética; existen todos los temores de la población en general sobre si los organismos transgénicos podrían producirles enfermedades o incluso el traspaso de los genes a las células humanas, cosa que es imposible, al menos con los productos que se venden el el mercado tras las exhaustivas pruebas de calidad que estos productos deben pasar.
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